El origen de la palabra «arnoia» de la que hay diversidad de opiniones. Para Murguía en «História de Galiza», su origen viene del sánscrito de arna (río). Según Santiago y Gómez tiene otro origen y así dice el Padre Samuel Eiján:
«le busca probable origen en el dialecto guipuzcoano y vizcaíno, que llaman ardo o ardao al vino, o en el bajo navarro que lo nombra arno. Según esto, debiera darse a la palabra arnoia o arnoya, el significado vino, que se toma en antiguo gallego».
La ocupación de este territorio se remonta, por lo menos, a la época castreña de la cúal se tiene constancia. También quedó constancia en Arnoia del paso de los romanos, también a través de restos arqueológicos. Ya en la Edad Media y al amparo de los monasterios, existen varios escritos referentes a las tierras de Arnoia. La Inquisición también estuvo presente en Arnoia, así como los franceses, que se pasearon por estas tierras e las partidas carlistas. Todo ello quedó bien documentado gracias a, entre otros, los escritos del Padre Samuel Eiján.
Arnoia castreña
La ocupación da Arnoia se remonta por lo menos a la época castreja (primer milenio antes de Cristo), por lo menos es lo que nos dicen los restos arqueológicos encontrados en nuestro municipio. Pero esta ocupación debería sin duda ser anterior.
Arnoia se encuentra en el Ribeiro que según un estudio del gran médico e historiador de Ribadavia Rubén García presenta la densidade más alta de todas las zonas estudiadas:
«Aplicando a esta tierra el índice de densidad castrenha… que resulta de relacionar el número de castros con el de parroquias que comprende la zona…nos encontramos con que el Ribeiro de Avia presenta una densidad que…supera a la de cualquier otro territorio explorado por completo» (Castros de un valle gallego, R. García)
Nuestros primeros pobladores vivían en las partes altas del valle de Amoia, para Rubén la explicación puede ser:
«Serían dos las causas fundamentales: una, la existencia más pastoril que agrícola de nuestros antecesores castrenhos; otra, la existencia en los tiempos prerromanos de extensos y apretados bosques en los valles de los ríos más importantes, que los hacían poco aptos para habitación humana.»
En cuanto a la población que debía tener esta parroquia las otras del Ribeiro, volvemos de nuevo a Rubén que nos dice:
«…una poblaoión, hipotética,de 2.800 habitantes…dividida por los 100 kilómetros del área explorada, viene a dar un cociente de 20 habitantes por kilómetro cuadrado.»
Esto aplicado a la parroquia da Arnoia nos daría una población, hipotética, de 400 habitantes, una tercera parte de la población actual.
Al final de seu estudio dice:
«Si aceptamos la opinión -que creo, por cierto, demasiado rígida, de Sohulten- según la cual había que asignar a cada castro unas veinte casas, es decir, habitación para cien personas (centuria), la densidad de nuestra comarca, sería todavía alta, de catorce habitantes por ki1ómetro cuadrado». Daría unha poboación de duascentas persoas na Amoia. «Y digo alta, porque según el cálculo de Beloch, podemos suponer, que la Gallaecia, en los tiempos de Plinius tendría unos ocho habitantes por kilómetro cuadrado».
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Escudo del municipio de Arnoia
En campo de gules, un puente de plata, de cinco arcos, mazonado de sable, sostenido de fajado-ondeado de plata y azur, y sumado de una cruz florenzada, cruzada de un báculo y una espada, y debajo, un compás y un espejo, todo de oro. Al timbre, corona real cerrada.
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Arnoia romana
«Dúas novas aras romanas na provincia de Ourense». Así aparecía la noticia en el diario «La Región» de Ourense el 24-8-78 y 26-8-78, donde se daba cuenta de su descubrimento e ingreso en el Museo Provincial.
Estas dos aras fueron descubiertas en nuestra parroquia y así aparecen descritas en el «Boletín Auriense. Tomo IX (1979) 289-293». Y la separata hecha por Julio Rodríguez González es la que nosotros usamos.
«Tratase de dúas aras votivas de granito de grau groso moi alterado, encontradas no término do Foro, lugar de Sendín, parroquia de San Salvador de Arnoia (Concelho de Arnoia).»
«O feito de que estas dúas aras, unha dedicada a Xúpiter e outra ao Sol apareceran no mesmo contexto arqueolóxioo, ponnos en relación con: «El templo de Jupiter era igual que el del Sol a excepción de la cúpula superior que sólo se cubría con media bóveda. Estos templos se edificaban en determinadas localidades conforme convenía a cada uno, según sus atributos».
Queda así probada la estancia de los romanos en la parroquia.
Arnoia en la Edad Media
De la Edad Media no se encontraron restos arqueológicos, pero tenemos un documento, puesto que en siglo XI aparece el foro en favor de unos labradores que es el primero que se conece, dado por el Monasterio de monjas que se alzaba «..junto a la actual capilla de San Roque, a la parte occidental». En este documento hace la abadesa escritura de foro a favor de Fernán Pérez, de la herencia y viña de Soberal y de la tierra de Agromallo y la de monacal posesión de Aveiro.
La Inquisición en Arnoia
En la parroquia da Arnoia quedan restos de la presencia de tan terribe Tribunal en nuestras tierras. Así hechando mano de nuevo de la «Historia de Ribadavia y sus alrededores» dice el Padre Eiján:
«…pues el único (edificio) que encontramos está situados en el lugar de Remuiño, con un magnífico escudo de armas en su fachada…» mais adiante continúa dicindo: «más bien que para tal empleo (Tribunal) debía estarlo para domicilio del administrador de los bienes que tenía en el Ribeiro la Inquisición de Santiago, y de los cuales vemos apoderado al Gobierno en 1859.»
Con respecto a juicios en los que aparezca implicado algún vecino de nuestra parroquia encontramos unas hojas más adelante, refiriéndose a un proceso que se dió en Ribadavia y:
«Quizás este proceso se debiera a manejos de venganza, de los que fue victima, asimismo, años después, Pedro Aparicio, vecino de la Arnoya, que tanto dio que hacer a principios del siglo XVIII al prior benedictino de dicha parroquia, para»sacarle de la Inquisición donde estuvo preso cuatro meses por sus Emulos los Armadas, y estuviera mucho más y le hubieran acabado», si el celoso Monje no hubiera multiplicado gestiones y gastos para la liberación..»
Los franceses en Arnoia
Nos dice el Padre Samuel Eijan que los franceses que estaban en Ribadavia tenían necesidad de «enviar a Allariz una columna de tropas al mando del General Loisón, a través de la Arnoya y Sande…».
Sobre la resistencia popular:
«…el general Loisón tuvo un recibimiento que no se esperaba de parte de los guerrilleros de la Arnoya…se enfureció tanto que en el primer lugar quemó una casa y fusiló a un religioso de San Pedro de Alcántara (franciscano) que estaba en ella; un poco más adelante halló un padre dominico que por estar casi ciego no pudo escapar con la demás gente y lo mando matar de un balazo; y al padre franciscao Manuel Cejo, del Orden de San Francisco, morador de San Diego de Canedo (Puenteareas), que se hallaba en la casa del caballero D. Gerónimo Armada, después de haberlos obsequiado grandemente, le llevaron al atrio de la iglesia y allí le hicieron sufrir la misma pena»»…hallase en efecto, en el libro de defunciones de la Arnoya, el acta de Fr. Manuel Cejo el 26 de Febrero; y al mismo día se hallan la del religioso dominico asesinado, que lo era el «P. Mtro. Fr. Bartolemé Fernández, Prior de los dominicos de Pontevedra y como también la del religioso alcantarino «Fr. Agustín Martínez, lego de la Orden de San Francisco», todos ellos con la cláusula «Fue muerto por los franceses.»
«No se detiene aquí la lista fúnebre del 26 de Febrero. En el mismo Libro de defunciones, puede seguirse leyendo: «Franco Alonso, marido de Rosa Araujo de la Porquera. Fue muerto por los Franceses….Luis Estévez, marido de Damiana Padrón. Fue muerto por los Franceses….Agustin Alonso, marido de Bentura Rosa Rodriguez. Fue muerto por los Franceses…..a Felipe Pérez, marido de Manuela Alonso.Fue muerto por los Franceses….»
«Sin duda, la actitud de los guerrilleros de la Arnoya, no se limitó a hostigar al enemigo en su tierra, sino que los impulsó a seguir persiguiéndolos en su marcha hacia Allariz, toda vez, que en un acta de defunción del 28, al anunciar el fallecimiento de Antonio González, dice «Salió herido de un balazo por los franceses y murió en Calvelos, feligresía de Cartelle.» Los mismos franceses, comprendiendo que les era necesario dominar por completo la situación en aquel punto, debieron mandar a la Arnoya nuevas fuerzas el día 21. De aquí que el acta de defunción de Isabel Sendín, puesta al dia siguiente, nos advierta «estava indispuesta cuando llegaron los franceses, y murió de necesidad por no haber persona que la atendiese» Que esta segunda visita fue el 21 se deduce de otra acta de igual fecha que la anterior, la relativa a Pedro Álvarez, de quien se dice que «no reoibió los santos sacramentos por estar entonces los franceses en este pueblo».
Los Carlistas en Arnoia
«Ya en 25 de Febrero de 1873, hallamos una alusión al «Batallón de Cazadores de Galicia, de servicio en la Arnoya», dándosenos así a entender que por aquel lado amenazaban las partidas carlistas.»
Para evitar que las tropas carlistas pasen el Miño se decreta el «cierre de las barcas de dicho río de Castrelo y Porto Corveira»(Arnoia).
«No era, en verdad, inútil disposición semejante. Basta leer la comunicación del Alcalde de la Arnoya, hablase del incendio del Registro Civil y reparto de consumos y provinciales y de la exigencia que se le hace de 6.000 reales. por la partida carlista», sendo de supor que non tería otro remedio que pagala, a causa de non chegar a tempo para impedilo a columna de operacións que se menciona como apostada en dito pobo en outro oficio do 13 de decembro, e que aínda continua alí o 27.»
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